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Mostrando entradas de julio, 2017

El Cuadro

Cuando Casandra consiguió independizarse se encontró con dos cosas. El cristalino orgullo, que no soberbia, de contemplar su logro, de ver aquella propiedad como si la hubiera construido con sus propias manos, ladrillo a ladrillo, aunque así no fuera. Se veía pintada en los rincones de aquel pequeño hogar que para ella era un desparramo de bien ganada opulencia, sus ojos negros eran aquellas ventanas tras las celosías de madera barnizada, sus dientes eran las baldosas blancas que formaban un hermoso camino hacia la puerta a través del modesto jardín, su nariz era el olor a jazmín. Su esfuerzo era su casa. Pero también se encontró con un cuadro de una niña amurado en el corredor que se deslizaba entre el comedor y la cocina. Un cuadro rectangular con un delgado marco de madera oscura, que no debía superar los setenta centímetros de largo y aproximadamente poco más de la mitad de ancho, de propiedades oleosas. El cuadro era perturbador. Era un retrato de procedencia desconocida, la propi

Decir adiós muy buenas, nos conocimos alguna vez

Me dijo que prefería recordarme sin rostro. Y yo no pensé, pensaba en otras cosas, lo que se piensa en esos casos ¿Que se piensa en esos casos? - ¿Ahora me vas a decir que soy feo? No pude evitarlo. Esos comentarios que buscan ser graciosos en los momentos mas patéticos, el ultimo aliento de un ahogado, ver la bala volando hacia uno, el escudo del nervioso, el golero de la duda, sin manos. Cuanto le molestaba. Había una parte de mi que razonaba, que masticaba el hecho y lo digería con la naturaleza con la que se desayuna una noticia trivial. Había otra parte que quería pelear, con ella, conmigo, con eso. De haber sabido que llegado el momento yo tampoco recordaría su rostro. En esos años, no se cuantos fueron, vivimos en un incomodo silencio de dos cuartos con jardín al fondo, ella se dedicaba a examinar a los transeúntes que pasaban frente a nosotros, yo oficiaba de investigador de suelos, miraba detenidamente el piso, mientras que con un pie jugaba con una piedrita. En un moment

Los otros

Estaban sentados en el comedor tomando vino en caja. Los tres estaban del mismo lado de la mesa de madera rectangular que se escondía debajo de un mantel de plástico naranja, sobre esta solo descasaban tres vasos de vidrio, una caja chica de cigarros, un encendedor celeste, y por supuesto el vino que bebían. Estaban del mismo lado de la mesa porque veían un partido totalmente intrascendente en la televisión (uno de ellos cree recordar que ese día veían un triste cero a cero entre Temperley y Defensa y justicia). Se debatían entre el tedio y la borrachera. La aplastante costumbre de romper la rutina que acaba por volverse costumbre, ritual, tradición, y así hasta el aburrimiento.  A los trece minutos del segundo tiempo, uno de ellos sintió el sonido de la puerta de la casa, de bisagras gastadas, abriéndose, lo comentó alarmado. - Bo ¿eso fue la puerta? Le respondieron al unisono, mismo contenido pero distinta forma - Dale paranoico. Dijo el primero. - ¡Miralo al cagon! Dijo el seg

Crimen

Sabía lo que tenía que hacer. O al menos sabía lo que quería hacer. Se sabía inteligente. Triste condena. Meditaba de manera nauseabunda ¿si era tan sagaz como creía, como se lo hacían saber, que hacía allí? Solo, en la pequeña mesa de un bar contra la ventana de un día nublado, enfrentándose a una silla vacía, manchándose de tinta la mano izquierda mientras escribía en una servilleta, con un arma en su cintura. Escribía lento, suave, no quería que los trazos rompieran la servilleta, las servilletas, primero una, luego dos, y así sucesivamente hasta que lo pudo ver. Quería ver aquello plasmado en papel, sentirlo tangible, ajeno, propio del mundo, palpable, posible, probable, seguro. Lo leyó cuatro veces, dos antes de terminarlo, era ansioso. Ansioso e inteligente, era inevitable que viviera atando cabos, completando frases, adelantando conclusiones, adelantando su conclusión. Pero su ansiedad no podía nublar su capacidad como las nubes a aquel día, no había nada dejado al azar en el cr